Ictus, embolia o infarto cerebral. Causas, síntomas, factores de riesgo y tratamiento de esta importante enfermedad. En este vídeo podreis encontrar información que nos servirá para poder detectar los síntomas del ictus y actuar a tiempo. La enfermedad cerebrovascular, ictus o accidente vascular cerebral (AVC) se define como el conjunto de aquellas alteraciones transitorias o definitivas del funcionamiento de una o varias zonas del sistema nervioso...
Ictus, embolia o infarto cerebral. Causas, síntomas, factores de riesgo y tratamiento de esta importante enfermedad. En este vídeo podreis encontrar información que nos servirá para poder detectar los síntomas del ictus y actuar a tiempo.
La enfermedad cerebrovascular, ictus o accidente vascular cerebral (AVC) se define como el conjunto de aquellas alteraciones transitorias o definitivas del funcionamiento de una o varias zonas del sistema nervioso central, que aparecen de forma brusca como consecuencia de un fallo en la irrigación sanguínea cerebral.
El AVC (ictus) es la tercera causa de muerte de la población adulta de los países desarrollados. Su mortalidad inmediata es alta y aproximadamente un 8-24% de los casos fallece en los primeros 30 días, y entre un 25-38% en el primer año. Es la primera causa de muerte en mayores de 80 años. El AVC es la patología más frecuentemente involucrada en el comienzo de una incapacidad funcional aguda o progresiva en el anciano. El 55% de los pacientes sufren algún tipo de incapacidad, de la cual un 20% es severa. Esto compromete la calidad de vida del anciano y constituye la segunda causa de institucionalización precoz.
La frecuencia de los ictus es de unos 200 casos por cada 100.000 habitantes y año. La posibilidad de sufrir un ictus aumenta exponencialmente con la edad, pues su incidencia es más del doble para cada década sucesiva por encima de los 55 años. Es una enfermedad fundamentalmente de personas de edad avanzada, ya que entre el 76% y el 85% de las personas que sufren un ictus son mayores de 65 años. También predomina en el sexo masculino. Aunque puede existir una predisposición familiar en alguna de las causas que lo provocan, en sí el ictus no es hereditario.
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Los síntomas del ictus está determinada por la localización del daño cerebral, tamaño de la lesión y la etiología. El comienzo adopta frecuentemente una de las siguientes formas clínicas: Hemiparesia o parálisis total o parcial que afecta a un lado del cuerpo. Cursa con una debilidad variable en grado y extensión, distribuida por la cara, extremidad superior y/o inferior de una mitad del cuerpo. Muchas veces se...
Los síntomas del ictus está determinada por la localización del daño cerebral, tamaño de la lesión y la etiología. El comienzo adopta frecuentemente una de las siguientes formas clínicas:
El médico especialista que diagnostica y trata los ictus (ACV) es el neurólogo. El enfoque del tratamiento es principalmente la prevención de los factores de riesgo modificables: abandono del tabaco, control de la diabetes y de la hipertensión arterial, control de la fibrilación auricular y de la trombosis, etc. En el momento agudo todo ictus es una urgencia médica. Está demostrado que el tratamiento precoz de los infartos reduce las secuelas y...
El médico especialista que diagnostica y trata los ictus (ACV) es el neurólogo.
El enfoque del tratamiento es principalmente la prevención de los factores de riesgo modificables: abandono del tabaco, control de la diabetes y de la hipertensión arterial, control de la fibrilación auricular y de la trombosis, etc.
En el momento agudo todo ictus es una urgencia médica. Está demostrado que el tratamiento precoz de los infartos reduce las secuelas y la mortalidad. Hoy día existen fármacos que pueden disolver los trombos o coágulos (fármacos fibrinolíticos), pero que deben ser administrados en las primeras horas y por neurólogos expertos en ictus. La urgencia en el tratamiento es esencial para proteger el cerebro. Otros tratamientos son los antiagregantes (dificultan formación de trombos) y los anticoagulantes (impiden que la sangre se coagule). A veces puede indicarse la cirugía, extirpando la placa de ateroma o dilatando la arteria (angioplastia). En los ictus hemorrágicos por malformaciones y aneurismas, el tratamiento ideal es la embolización con sustancias que taponan las arterias rotas.
Sin embargo, una vez ya establecidas las lesiones, el tratamiento y rehabilitación de los déficits neurológicos dependerán del tipo, localización e intensidad de ellos.