Cómo eliminar los gases y flatulencias. Consejos prácticos para la aerofagia.

Causas, síntomas y hábitos para evitar la aerofagia y los gases intestinales. ¿Por qué tenemos gases? ¿Cuándo debo preocuparme? El siguiente vídeo de MedicinaClara.tv solucionará tus dudas.

La aerofagia está a mitad de camino entre ser tratada como enfermedad o como síntoma, probablemente porque en la mayoría de los casos es una consecuencia de índole mecánica: se absorbe demasiado aire y luego hay que expulsarlo por la presión que su acumulación produce en el interior del organismo.

Algo muy importante es que hay que distinguir entre aerofagia y flatulencia. La primera se produce por el exceso de aire tragado, la segunda por la fermentación de los alimentos en el estómago. Y esto lleva a que los eructos de la aerofagia no tienen olor, mientras los causados por la flatulencia sí, y además es desagradable.

Habitualmente hablamos de meteorismo para referirnos a la aparición de síntomas relacionados con la presencia de gas en el intestino, bien por un exceso de aire intestinal o por un aumento de la sensibilidad del intestino al gas. El gas intestinal proviene de la ingesta, es decir, de lo que comemos o de la forma en que lo hacemos, de la fermentación de alimentos en el colon (las bacterias del intestino degradan los alimentos pudiendo formar gas) o de la difusión (o paso) de determinados gases desde la sangre al intestino.

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La causa principal de la aerofagia es tragar demasiado aire por comer deprisa, fumar, mascar chicle, abusar de las bebidas gaseosas, prótesis dentales que no ajustan correctamente, respirar con la boca.

Los síntomas más frecuentes de la aerofagia son los siguientes:

• Distensión abdominal, causada por la presión de los gases.
• Dolor abdominal. En ocasiones el dolor se traslada a la zona baja del esternón al presionar el aire tanto al estómago como al corazón. El dolor puede llegar a confundirse con el que ocasiona una angina de pecho.
• Ruidos intestinales
• Eructos (sin olor)
• Meteorismo (sin olor)

El meteorismo puede ser una manifestación de otras enfermedades, tales como intolerancias a determinados alimentos (por ejemplo la intolerancia a la lactosa o a la fructosa), alteraciones en la flora bacteriana habitual del colon, como ocurre por ejemplo, al consumir determinados antibióticos que pueden modificar el equilibrio entre las bacterias del colon, la enfermedad diverticular del colon, algunos tipos de síndrome de intestino irritable.

En la mayoría de las ocasiones la entrevista con su médico puede dar las claves para conocer cuál puede ser el problema. Los síntomas asociados y la realización de una correcta exploración física son fundamentales para orientar el diagnóstico. En ocasiones su médico puede necesitar la realización de determinadas pruebas para conocer el diagnóstico preciso, como test de intolerancias, análisis de sangre o de las heces, etc.

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El médico especialista en el diagnóstico y tratamiento de los problemas intestinales con los gases es el gastroenterólogo o médico especialista en digestivo.

Para evitar la aerofagia el principal tratamiento se basa en la adopción de medidas higiénico dietéticas. La principal es evitar todo aquello que pueda causar la ingestión excesiva de aire:

• Comer despacio
• No tomar bebidas con gas
• No masticar chicle
• Dejar de fumar

Una alimentación pobre en hidratos de carbono, grasas y aquellas verduras y legumbres que facilitan la producción de gases (garbanzos, judías, lentejas, coliflor, brécol).

El uso de fármacos antiflatulentos, como los derivados de la simeticona o dimeticona pueden ser útiles. A veces y en función de los síntomas asociados, los espasmolíticos, procinéticos y fármacos ansiolíticos o antidepresivos a bajas dosis pueden ayudar a resolver el problema.

Cuando el meteorismo es síntoma de una enfermedad concreta (por ejemplo la intolerancia a la lactosa), el tratamiento deberá ser el de la enfermedad responsable (en este caso restringir la lactosa en la dieta).

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